En sus brazos
“Oh Señor, sólo tú eres mi esperanza; en ti he confiado, oh SEÑOR, desde mi niñez.
Así es, estás conmigo desde mi nacimiento; me has cuidado desde el vientre de mi madre.
¡Con razón siempre te alabo!”.
Así es, estás conmigo desde mi nacimiento; me has cuidado desde el vientre de mi madre.
¡Con razón siempre te alabo!”.
Salmos 71:5-6 (Nueva Traducción Viviente)
Hace unos días Dios me ministraba de una forma maravillosa, era día viernes por la noche, tenía a mi hija Valentina en mis brazos, mientras
caminaba de un lado a otro.
Me quede con mi mirada fija a ella, mientras dormía en mis brazos, su carita hermosa y su expresión de total tranquilidad me hacia reflexionar en muchas cosas.
Mientras la cargaba en mis brazos le digo a mi esposa Yamita: “Es tan indefensa, está totalmente dormidita y tranquila, ella está condicionada a lo que yo haga, y yo jamás dejaría que se me cayera de mis brazos”, Yamita sonrío, mientras yo seguí disfrutando de mi hija de ahora 12 días de nacida.
Mientras la miraba con ojos de ternura no podía dejar de pensar lo necesario que es poder descansar en los brazos de nuestro Padre.
A veces por más que queramos hacer, simplemente estamos condicionados al cuidado y protección de Dios; y es que por más que nos afanemos no podemos cambiar muchas cosas, por más que nos turbemos no podemos hacer mas, de lo que Dios nos permita realizar.
Quizá estés cansado de intentar en tus propias capacidades hacer esto o aquello, quizá desde hace días has estado luchando con algo que simplemente no puedes vencer. Quizá te sientas cansado y hasta cierto punto incapaz de salir adelante, mas en esta hora Dios quiere cargarte en sus brazos para que descanses, para que comprendas que en sus brazos estas seguro y que nada te podrá pasar.
Deja que Dios te cargue en sus brazos, deja que sea Él quien te de descanso, ese descanso que sabes que necesitas, ese descanso que no has encontrado, pero que solo en sus brazos lo podrás encontrar.
Yo quiero descansar en sus brazos, al ver a mi hija Valentina con una total calma y descansando mientras la cargo en mis brazos, me hace querer ir delante de Dios y permitirle que me cargue en sus brazos, quiero sentirme seguro, quiero sentirme protegido, quiero sentir su amor incomparable, mientras me ve con una mirada de ternura, como descanso en sus brazos.
Amado(a) Dios te ha andado buscando, El quiere que descanses en sus brazos, no permitas que nada ni nadie te robe esa bendición de descansar en El, permite que El tome tus cargas, permite que El tome todo aquello que te ha robado la paz, y solo déjalo que te arrulle, que te abrace, que te tome en sus brazos mientras te mira con un amor que desborda tanta pureza.
Tu eres su hijo, tu eres su hija, y por lo tanto en sus brazos estarás segura, El jamás te dejara caer, El jamás te lastimara, al contrario, estará allí para cuidarte, para abrazarte, para hacerte sentir su amor puro, sincero e incomparable.
Ve a sus brazos, deja que te cargue y te demuestre todo el amor que te tiene, mientras te hace descansar tranquilamente.
¡En sus brazos encontraras descanso!
Autor: Enrique Monterroza
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