Hay algo que te quiero decir…. PERDÓN
“soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”.
Colosenses 3:13
No esperes hasta mañana para decir lo siento, no tardes tanto que llegues a arrepentirte de no haberlo hecho.
Esperar para dar paso tan loable no es recomendable, ya que el tiempo te hará creer que ya todo está olvidado y que no hace falta que te disculpes. Al contrario, mi querido hermano(a) el tiempo puede que no sea su mejor amigo, cuando de reconocer un error se trata.
¿Qué debo hacer?
En primer lugar, reconoce que te equivocaste. Esa es la primera etapa, tal vez te parecerá difícil reconocer que ofendiste, lastimaste, fastidiaste a una persona pero cuando lo haces, créame mi querido amigo(a) la manera de pensar cambia y el corazón reafirma lo que su razón grita a voces.
Reconozca que se equivocó, en estos momentos, no espere más de lo contrario terminará ignorando su mala acción y se acostumbrará a vivir así.
Luego
Después de haber reconocido su error para usted mismo, es hora que lo reconozca delante de aquella persona que usted ofendió.
No tenga miedo
Reconocer los errores e ir a pedir perdón es de hombres, mujeres de valor, íntegros. No crea que va hacer el ridículo, al contrario mi querido hermano(a) usted hará un acto tan noble como admirable. No es fácil pedir perdón porque nuestra naturaleza humana tiende a ser orgullosa e incluso egocéntrica. Pero acaso ¿No cree es tiempo de dejar todo eso atrás?
Sonría
Sí, no le estoy haciendo una broma cuando le digo que sonría cuando vaya a pedir perdón. La sonrisa que emita será una cálida, sincera, llena de arrepentimiento y mansedumbre y la persona a la que usted le pedirá perdón lo sentirá.
Si recibe reproches
Imaginemos que aquella persona a la cual usted ofendió y por la cual usted se encuentra frente a ella para pedir perdón, lo trata mal y empieza a reprocharle. Por favor, escuche todo lo que esa persona le diga, no se moleste, exalte ni crea que usted se está degradando por escucharla.
Recuerde que toda acción trae una reacción. No se desanime, ya que todo ello le servirá para su propia experiencia. Recuerde también que de los errores se aprende y en las manos de Dios, todos absolutamente todos nuestros errores tienen un propósito bueno.
Además, todos aquellos reproches que usted reciba no serán nada más y nada menos que los restos de una herida que ya está próxima a sanar gracias a la decisión de usted de ir a pedir perdón.
Abra su corazón
Cuando abrimos nuestro corazón las estrellas brillan, el sol sonríe y las gotitas de lluvia saben a miel. Dese la oportunidad de mostrar lo que en ese hermoso corazón existe. Además, si usted ha ido a pedir perdón, reconocer una falta es porque definitivamente ese corazón está cobrando una forma divinamente hermosa. Hable con la verdad y con un corazón lleno de autenticidad.
Hable con Dios
Antes de abrir la puerta de su casa, coger sus llaves, tomar el bus o conducir su auto en dirección a la casa de aquella persona, por favor ore, hable con nuestro padre celestial y dígale las intenciones de su corazón, aunque él ya lo sabe necesita escucharlo decir de los labios de su hermosa creación, usted.
Hágalo parte de sus planes, permita que él lo dirija en cada palabra que le diga a dicha personita que al igual que usted también se encontrará nervioso(a) Aprenda de sus errores y que esto le sirva para que la próxima vez lo piense más que diez veces para decir o hacer ciertas acciones que no le traerán nada edificante.
Gracias por esa decisión que sé que no le es fácil tomar, pero confío que lo hará, porque el simple hecho que esté leyendo este devocional es signo de que su corazón clama por ir a pedir perdón, reconocer alguna falta.
DIOS ESPERA QUE USTED DE EL PRIMER PASO. ÁNIMO.
PEDIR PERDÓN ES DE HOMBRE Y MUJERES DE
PALABRA.
Autora: Estephany Cordova V.
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